Sunday, September 10, 2006

DIEZ DECIMAS DE SALUDO AL PUEBLO ARGENTINO

Mi pueblo no estuvo ausente
ni mucho menos de espaldas
a la trágica y
amarga
historia del continente.
Fuimos un balcón al frente
de un
inquilinato en ruinas
-el de América Latina
frustrada en malos
amores-,
cultivando algunas flores
entre Brasil y Argentina.

Pero mucho no duraron
las flores en el balcón,
el rosquero y su
ambición,
imprudente, las cortaron.
Y fueron las mismas manos
que
arruinaron el vergel,
las que acabaron con él,
las que hoy muestran,
codiciosas,
en vez de un ramo de rosas
unas flores de papel.

No falta el bobalicón
nostálgico del jardín,
pero entre todos el
ruin
es el que trajo al ladrón;
ése no tiene perdón:
si protegen sus
ganancias,
la decencia y la ignorancia
del pueblo, son sus amores;
no
encuentra causas mejores
para comprarse otra estancia.

Ese sí, no es oriental,
ni gringo, ni brasilero;
su pasión es el
dinero
porque es multinacional.
Mentiroso universal
desde que vino
Hernándarias,
piensa en sus cuentas bancarias
ponderando a los
poetas
que hacen con torpes recetas
canciones estrafalarias.

Así pues, no habrá camino
que no recorramos juntos.
Tratamos el mismo
asunto
orientales y argentinos,
ecuatorianos, fueguinos,
venezolanos,
cuzqueños;
blancos, negros y trigueños
forjados en el trabajo,
nacimos
de un mismo gajo
del árbol de nuestros sueños.



Alfredo Zitarrosa

0 Comments:

Post a Comment

<< Home